No debemos pasar por alto la consideración de una organización sanitaria como un hospital como una empresa diversificada en el que cada una de ellas tiene una actividad diferente de otra, aunque todas con el mismo fin y propósito como es la el mantenimiento o recuperación de la salud perdida. Esta consideración es básica para realizar una adecuada formulación de la estrategia de nuestra organización.

 

Comenzaremos por considerar que una unidad estratégica de actividad sanitaria es un conjunto de actividades homogéneas para las que es posible formular una estrategia común, que a su vez es diferente de las estrategias formuladas en otras unidades, por tanto, podrían ser consideradas autónomas, aunque no independientes de las demás unidades. Podemos considerar que un hospital es un conjunto de varias unidades estratégicas, cada una ofreciendo oportunidades de rentabilidad y crecimiento distintas, que requieren planteamientos diferentes.  

 

Así pues, debemos considerar las unidades estratégicas como unidades organizativas, con actividades propias a un conjunto de actividad y que tienen suficiente homogeneidad, sigamos pensando en una unidad o servicio de actividad hospitalaria y lo veremos claro.

Esta forma de entender una organización sanitaria responde a la necesidad de entender la planificación estratégica como un propósito orientado a la consecución de un fin.

La delimitación de las unidades de actividad depende de:

  • Las misión y objetivos globales de la organización, y de la unidad de la que se trate de manera particular.
  • Del entorno competitivo ante el que se expone cada unidad y que define su forma de plantear la actividad. Es fácil de entender, que en función del nivel del hospital y la existencia de hospitales de referencia pueden hacer que una unidad concreta deba plantear su actividad de una forma u otra, centrando su actividad en acciones concretas, sin desperdiciar recursos que pueden ser mejor empleados en estos hospitales de referencia, además se disminuyen las duplicidades.
  • Analizando los factores internos, debemos identificar las ventajas competitivas para centrar mejor la actividad.

 

En cuanto a la manera de implantar la estrategia identificada para una unidad concreta, debe tener una autoridad concreta que ostente la responsabilidad, de manera alineada con el resto de las actividades y funciones del resto de la organización, dirigiendo de manera coordinada y satisfaciendo al conjunto de la población de referencia.

Es importante identificar una serie de factores:

  • Identificar las estrategias de cada una de las unidades y de la organización en general.
  • La forma de estructurar el global de la organización puede condicionar como deba definirse la estrategia de la unidad de la que se trate.
  • El tamaño de la organización sanitaria es un factor condicionante clave, de forma que no tendría sentido plantear determinadas acciones estratégicas en organizaciones o unidades de un tamaño pequeño, ya que serían más adecuadas otras.
  • Los recursos compartidos por las distintas unidades, también inciden en la construcción de la estrategia propia, para tratar de no duplicar funciones y resultar costosos para la organización de manera global.