Si analizamos el nuevo entorno que rodea a las organizaciones, este se caracteriza por ser un entorno global. De forma, que podemos decir que esta visión cambia la orientación de la estrategia de todas las organizaciones de manera indistinta al sector al que correspondan.

 

Por otra parte, se están produciendo cambios en la tecnología que determinan la manera de actuar. Tampoco podemos olvidar, que existen distintas tendencias de gestión que tratan de escapar a los entornos más turbulentos.

Así pues, en estas circunstancias las organizaciones deben ser sumamente cuidadosas con las estrategias a elegir para garantizar la sostenibilidad.

A este entorno no escapan las organizaciones sanitarias, que deben acometer inversiones en tecnología sanitaria y otros equipamientos, con adecuados análisis de inversión y reposición, para tratar de adaptarnos de manera adecuada a la actual situación y demanda de la población en términos de salud.

 

Los tres determinantes explicados anteriormente, influyen la manera en que las organizaciones deben ser dirigidas, y más concretamente en todas aquellas en las que el capital humano es parte fundamental, como sucede en el caso de las organizaciones sanitarias.

Si tratamos de caracterizar el actual entorno global, debiéramos de manera fundamental señalar a:

  • Nuevos mercados en los que es posible acceder a productos y servicios.
  • El entorno global y la tecnología ofrece nuevas áreas de intercambio y de producción de servicios y productos.
  • Es difícil para las organizaciones adaptarse a las presiones imperantes en los distintos sectores y de esta forma, adaptar la oferta a la demanda de productos y servicios.
  • Aparecen nuevas formas de alianzas estratégicas que cambian la forma de ofrecer los servicios y los productos a las personas.

Si tratamos de determinar cuál es el principal cambio tecnológico que se ha producido, debemos inequívocamente señalar a los sistemas de información y comunicación. Estos producen grandes cantidades de datos que deben ser comprendidos para ser debidamente utilizados.

Como venimos señalando, las organizaciones sanitarias no se encuentran ajenas a este proceso, y por tanto, deben adaptar su manera de gestionarse.

Por ello, es necesario comprender aspectos tales como:

  • La calidad total
  • El benchmarking
  • La gestión por competencias
  • La gestión del conocimiento
  • La inteligencia emocional

Con respecto al capital humano debemos referirnos a indicadores como:

  • Jerarquía y volumen de las plantillas
  • Desarrollo de flexibilidad en los puestos de trabajo.
  • Capacidad para aprender y renovar la organización continuamente en base a este aprendizaje
  • Aprendizaje de las personas en sus puestos de trabajo, de forma que puedan estar en permanente cambio y alineados, con los cambios de la organización y de los distintos sectores de actividad.
  • Las personas tienen que adaptar y mejorar de manera continua sus propias competencias.
  • Adaptación de las personas que componen la organización a las demandas del sector al que pertenecen.