El talento humano es uno de los componentes de cualquier organización con mayor capacidad de crear valor para la misma.

Si queremos calificar nuestra organización sanitaria de inteligente, debemos trabajar en su flexibilidad, clima laboral, dinamismo y en el eje sobre el que pivotan estas características que es, el talento de las personas.

 

Es el talento el que consigue de la organización pasar de buenos resultados a excelentes resultados.

Al referirnos al talento de las personas tenemos que considerar las tres partes que lo componen: competencia, compromiso y trabajo.

Al referirnos a la competencia, lo estamos haciendo al conocimiento, actitudes, aptitudes, habilidades y comportamiento de las personas. Por otra parte, al fijarnos en el área del compromiso, lo hacemos en la motivación de los miembros de la organización para involucrarse en los asuntos de la organización.

 

Por último, trabajo es referido a la acción necesaria para conseguir resultados positivos de una manera rápida y eficiente, además de hacerlo con una permanente adaptación a los cambios.

El talento humano es pues un componente estratégico de la organización sanitaria, ya que son las personas las que tienen capacidad de adaptación al cambio y son capaces de desarrollar todos los procesos que componen la organización con éxito.

Las organizaciones sanitarias que no cuenten con una adecuada estrategia de gestión del talento, están limitando el potencial y los resultados, además de la capacidad para desarrollar determinados procesos que pueden ser claves dentro de la propia organización. Esto por ello, que debemos considerar que todo proyecto dirigido al desarrollo del talento humano, como son proyectos de formación, mejora del desempeño, motivación, toma de decisiones, resolución de conflictos, no hacen más que mejorar la capacidad de las personas para llevar a cabo su labor asistencial con capacidad de orientarse a la calidad total.

Desde el punto de vista de la sostenibilidad, el talento de as personas es considerado parte del núcleo de desarrollo de la actividad de la organización, por lo cual el pensar en la formación, y desarrollo de competencias, es pensar en el progreso de la organización. Siendo esta, la inversión clave para el éxito de la institución. Por otra parte, debemos considerar cuáles son las necesidades de talento de la organización sanitaria, tanto internas como externas, que nos permita incrementar los resultados en salud, la eficiencia y la calidad de la atención prestada.

La dirección de personas de un hospital u otra organización sanitaria debe desarrollar una red de detección de talento. Conocer donde tienen a los mejores, a los líderes, motivadores, activadores, etc. Para a través de ellos mejorar los resultados.

Como gestores sanitarios estaremos limitando la capacidad de logro de los objetivos, sino identificamos, potenciamos y contamos con todo el talento de las personas de la organización.