En la actualidad todas las organizaciones se encuentran en entornos competitivos y globalizados. De este entorno, no escapan las organizaciones sanitarias. Por ello, el éxito no está basado únicamente en los buenos resultados, sino que también están centrados en la calidad y en la excelencia.

 

Las organizaciones son sistemas abiertos compuestos por distintos sistemas internos que deben funcionar como un engranaje. Un sistema desarrolla sus distintas funciones de forma independiente de quien las ejecuta, en busca de los objetivos comunes. Y es aquí, donde en organizaciones complejas como las sanitarias, los sistemas de gestión cobran importancia.

 

Un sistema de gestión adecuado, por tanto, ayudará a las organizaciones sanitarias a establecer la metodología, responsabilidades y recursos adecuados a su propósito sobre una base eficiente. Un sistema de gestión debe adoptar un modelo y una serie normas de referencia para documentar y establecer la gestión y funcionamiento de la organización.

La gestión por procesos es la base de organización de aquellas organizaciones centradas en la calidad y en la excelencia. La gestión por procesos es la base de las normas ISO 9000 y del modelo EFQM.

La gestión por procesos supone que analiza a las organizaciones sanitarias, ordenando las distintas actividades para dar una respuesta única a nuestros pacientes y usuarios.

Todas las actividades que se realizan en las organizaciones sanitarias deben ser contempladas como procesos, desde las actividades puramente asistenciales, como las tareas hosteleras, administrativas, de mantenimiento, etc. La identificación de todas las actividades que son realizadas y su gestión sistemática es lo que se conoce como gestión por procesos.

 

La gestión por procesos recoge las actividades que están relacionadas entre si, o que de otra forma confluyen en la entrada y son responsable de su salida posteriormente a la ejecución de todas ellas.