La formación de una marca personal no es un acto que resulte sencillo. Además, requiere una larga inversión en tiempos y esfuerzos.

En primer lugar, debemos posicionarnos. Es decir, definir los sitios en los que queremos estar y ser vistos.

Junto a esto, se debe decidir el “Naming” o lo que es lo mismo, nuestra denominación como marca.

“Gestora enfermera” o “enfermera gestora” esta es una decisión clave, más allá de que pueda parecer un juego de palabras. El posicionamiento no será el mismo si somos gestoras que además somos enfermeras, que el posicionamiento de enfermeras que además somos gestoras.

En este caso la parte fundamental radica en el énfasis que recibe la acción como “gestoras”, la imagen de profesionalidad y transmisión de conocimientos.

El “naming”, por tanto hace referencia a lo que se ve, es oído y repetido y como hemos dicho e insistimos, el posicionamiento necesario no será el mismo.

La visión y la misión. La visión refleja el lugar al que nos dirigimos, a lo que se espera del futuro, la expectativa que se mantiene. Por otra parte, la misión describe los objetivos que se pretenden conseguir. Una de las imágenes de misión viene a constituirse por

¿Qué se recordará de mi cuando ya no esté?