Las situaciones de crisis producen muchos fenómenos y sacan a la luz tanto las debilidades como las fortalezas de las personas, de las organizaciones y de la sociedad en La gestión de los recursos humanos, la dirección de personas va muy ligada al liderazgo y al estilo de liderazgo que queramos desarrollar en la organización y en los distintos equipos de trabajo. Como dirigir a las personas resulta fundamental en todo tiempo, pero más aún si tenemos que referirnos a dirigir personas en tiempos de crisis como la que estamos atravesando en la actualidad.

Por eso vamos a tratar de analizar algunos aspectos que se convierten en fundamentales a la hora de abordar situaciones de crisis, como la crisis sanitaria que estamos atPreparar una organización sanitaria para una situación de convulsión, requiere no solo de planificación situacional a corto plazo, sino de una planificación a largo plazo, es decir, la dirección de enfermería y su departamento de dirección de personas debe estar preparada para escenarios diferentes, convulsos, tranquilos, de cambio estacional, de picos de actividad, de agotamiento del personal de diferentes unidades, de disminución de calidad asistencial,  de variaciones en el clima laboral, de déficits de liderazgo, etc. Cada una de estas situaciones y otras, ya que las que hemos enunciado han sido a titulo ilustrativo sin pretender ser exhaustivos, requiere de un plan de actuación y gestión de personas, flexible y adaptable.

Cualquiera que sea el plan, será necesario tener una consideración individualizada de la persona. Las personas, cada una de las enfermeras es única, con sus propias motivaciones y preocupaciones personales (en primer lugar) y profesionales. La organización, sus lideres formales deben conocer estas características de la persona, para llegado el caso, gestionar de manera individualizada, alineando los intereses de la organización a los intereses individuales. Es decir, durante este tiempo las enfermeras han sufrido cambios de turnos sin previo aviso, cierto es que la ley y el estado de alarma hasta cierto punto ampara esta situación. Sin embargo, los que dirigen personas en plano más operativo (a nivel organización) siempre pueden hacer algo más, por ejemplo, llamando por teléfono o entrevistándose con las distintas enfermeras de la unidad conocer su disponibilidad, su situación personal y como repercute el estado de alarma en esta situación, para de esta forma pactar el cambio de turno. Lo que resulta inadmisible, es que los cambios de turnos hayan sido comunicados vía WhatsApp o con el clásico… “si no te importa, le dices a XX que tiene que venir de noche mañana, por favor”, o “este fin de semana tienes que trabajar y el lunes te incorporas a tu servicio para que estés contenta”. Estas y otras situaciones más graves se han dado en este tiempo.

Existen muchas teorías de liderazgo al igual que son muchas las personas que La gestión de las personas en este estado de alarma, al igual que en otros planos ha mostrado nuestras debilidades como sociedad (telecomunicaciones, atención a las personas mayores, dependientes, colegios, etc.). La mala gestión de las personas se ha evidenciado mediante los extraños “recursos ociosos”. Queremos poner el énfasis en el término “recursos ociosos”, porque se aleja de la gestión de personas y lo que pretendemos ilustrar es esta diferencia. Nos hemos encontrado con la extraña situación de personas que han pasado toda la crisis en modo “descanso”, mientras otras personas han estado al frente de la crisis en las ucis, en los quirófanos, reanimaciones y distintos servicios convertidos en zonas de asistencia a pacientes de extrema gravedad, donde han trabajado hasta la extenuación. Y esto es literal, y si no acudamos a las bajas laborales por agotamiento y ansiedad reactiva que se vienen produciendo en las últimas semanas. Esto como decimos no hace más que poner en evidencia la falta de planificación y la falta de capacidad para la toma de decisiones bajo presión.

No parece complicado de entender que conociendo a las personas, las cargas de trabajo y las connotaciones de la situación que estamos atravesando, la distribución de la carga entre todas las personas que componen la organización, mantendrá a las mismas en una mejor disposición física y emocional.

Planificar la dirección de personas pasa por conocerlas, por definir de manera real los puestos de trabajo y no solo sobre el papel, adaptar a las personas a su perfil competencial, promover su desarrollo profesional, establecer procesos enfermeros que disminuyan la variabilidad. De esta forma, llegado un momento de crisis como la del Covid19 o cualquier otra que puede acontecer, tendrá a la organización preparada para responder y esto será así, porque las personas estarán listas para ello.