Las matrices estratégicas son un sistema que ha de servir para determinar cuál es la estrategia que es más adecuada en cada momento en el que se encuentra la organización. 

Como decíamos en días anteriores, estas matrices son de especial importancia en el ámbito sanitario, dada la volatilidad de los sistemas sanitarios que deben estar en permanente adaptación al entorno.

Para el gestor sanitario estas matrices son una representación ordenada de los diferentes ángulos de la organización. La mayoría de las matrices van a darnos la situación estratégica en la que se encuentra nuestra organización y los factores que van a determinar el éxito o fracaso de los distintos procesos sanitarios.

La gestora enfermera debe conocer estas herramientas, así como su utilidad para mejorar la calidad de la atención prestada.

A continuación exponemos dos nuevas matrices que complementan las anteriormente desarrolladas:

Modelo de Arthur D. Little (ADL)

Esta matriz también es denominada matriz orgánica. Distingue 5 distintas posiciones competitivas para las organizaciones. En la primera dimensión se especifican resultados poco satisfactorios, por lo que o la organización mejora sus resultados o está destinada a desaparecer. En la segunda posición, se expresa el punto en el que se encuentra la empresa a través del grado de madurez de la actividad en el ciclo de vida del producto o servicio.

Este modelo tiene en consideración también como el grado de riesgo de las distintas actividades influyen en el posicionamiento en el que se encuentra en la matriz. La situación entre un cuadrante u otro de la matriz, no es tan claro como en otro tipo de matrices.

Modelo del Strategic Planning Institute (PIMS)

Este modelo persigue determinar en cada actividad que se realiza en la organización sanitaria, el tipo de estrategia necesaria para conducirnos a resultados concretos.

Este modelo nos permitirá identificar las variables que explican de manera en la que cada una de ellas contribuye a los resultados. Está fundamentada en el desarrollo de un modelo de la econometría.

Así pues, este modelo se propone determinar los criterios de rendimiento estableciendo comparaciones entre las distintas actividades que realiza la organización y las que realizan el resto de las organizaciones que operan en el mismo sector. En este modelo se pueden destacar una serie de reglas básicas:

Regla 1. La experiencia influye en la rentabilidad.

Regla 2. La calidad de los servicios es medida con indicadores que comparan estos servicios con los de la competencia.

Regla 3. La rentabilidad de los servicios es una función decreciente.

Regla 4. Se necesitan un mínimo de 4 años para rentabilizar un servicio nuevo que introduzcamos en la organización.

Regla 5. La investigación y el desarrollo es un medio para alcanzar el propósito de la organización.

Regla 6. Cada una de las reglas posee un comportamiento independiente de la naturaleza de las actividades y de los servicios de la organización