Las organizaciones sanitarias deben contar con una estructura que les posibilite realizar su tarea alineada con la visión y la misión establecidas. La gestión por procesos en las organizaciones sanitarias es uno de los sistemas organizativos más eficientes para las organizaciones sanitarias.

Cualquier actividad o conjunto de actividades que utilizan recursos para alcanzar su propósito dentro de una organización sanitaria puede considerarse un proceso. Toda organización que pretenda mejorar la eficiencia de su funcionamiento tiene que centrarse en identificar todos sus procesos y lo que es más importante, es fundamental conocer las interacciones que se producen entre unos y otros.

Hay que tener en cuenta, que al hablar de procesos no nos estamos refiriendo a la identificación y detección de errores en nuestra prestación de servicios de salud, sino en que al conocer en profundidad cada uno de nuestros procesos, podremos evaluar las desviaciones que se producen en cualquier fase del mismo. Esto evidentemente, nos debe permitir corregir los errores y mejorar los resultados en salud.

Para que un conjunto de actividades con partes compartidas o comunes nos lleven a un resultado en común (la recuperación de la salud) hace necesario diseñar el proceso del que forman parte para el logro de ese fin común. Esto es así, ya que no es posible realizar una actuación sobre el resultado final, por el contrario, debemos actuar sobre cada una de las partes que nos conducen a es resultado, de esa forma contralaremos el efecto que es nuestro resultado pretendido, mediante la actuación sobre las causas que motivan la situación en la que se encuentra el problema y que requiere la intervención del proceso.

La gestión por procesos persigue que cada uno de los procesos de los que se compone la organización sean capaces de actuar de manera autónoma ante los cambios que se producen en el estado de salud de las personas, mediante el control, la mejora y la satisfacción de las necesidades de las personas. Controlando los procesos llegamos a obtener una herramienta de mojar continua de la eficiencia de las organizaciones.

Centrar la organización mediante la gestión de procesos supone aceptar a la organización en la obtención de resultados excelentes del modo que se describe en las normas ISO 9000 y en el modelo EFQM